martes, 22 de octubre de 2013

EL PUENTE




El agua del lavabo de los bares de Praga sale siempre calentita.
Los tranvías circulan a toda velocidad por los puentes.
Las cervezas se sirven por pintas.
Todos los camareros hablan correctamente el inglés.
Los turistas aplauden a un reloj
La música sale de entre los adoquines.
La gente no grita en los bares
La copa de aguardiente se toma antes de la comida
La absenta arde como las puertas del infierno
La sonrisa es el estado natural de unos labios.
Los tiranos son lanzados por las ventanas.
La primavera es lo contrario de un tanque.
El tiempo del semáforo para un peatón dura menos que un suspiro.
Los pasos de Gregorio Samsa retumban en alguna calle solitaria.
Los perros han sido educados en los mejores colegios.

Por lo demás, quitando que todo es más hermoso, racional e inteligente que aquí; no hay mucha diferencia.

4 comentarios:

  1. El Puente de Carlos? Practicamente sin gente, seguro que por la mañana temprano. Vaya, en Praga -s"a"msalabin- hasta los escarabajos son hermosos.

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  2. Los escarabajos, las cucarachas, e incluso las ratas -como Josefina la Cantora- porque la belleza en Praga es lo mínimo que se despacha.
    Lo de la cerveza ya te lo sabes ¿no?

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  3. "Si le sirven así las cosas chicas, ¡cuánto más las grandes!" Por lo demás, totalmente de acuerdo, no hay mucha diferencia y en Praga mientras Josefina deleita, los políticos con menos ruído y mucha música se despachan a sus anchas, como los nuestros, y es que la belleza no sana la corrupción, qué rabia ¿no?

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  4. Al ver las lápidas amontonadas del cementerio judío, recordé los decorados del "Gabinete del dr. Caligari"

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